cuello alzado

parece ser que el daño es mayor de lo que creía. Hoy fui a ver al traumatólogo y salí con collarín. No hubo daño neurológico, pero traigo inflamaciones y nervios afectados. Y lo peor es que se nota a simple vista al checarme los reflejos: el lado izquierdo anda fuera de ritmo.

Por ahorita tengo prohibido hacer ejercicio y mi viaje/peregrinación anual a Isla Lobos que estaba planeada para esta semanas queda suspendida hasta nuevo aviso. Tengo que ir a sacarme unos rayos x y el martes me dicen si me dan permiso o no de bucear.

Estoy enojada.

Me siento frágil.

¿Cómo es que una pinche escalera y un paso mal dado me cancelan mis planes de esta manera? Me choca que la vida me recuerde que soy más frágil que el cristal en manos de un infante. Voy por la vida como mujer fuerte, creyéndome autosuficiente y de pronto un pinche escalón me redibuja los planes, carajo.

Y por el otro lado, tengo un enojo que había olvidado. El año pasado, días antes de semana santa tuve un accidente automovilístico. Me fregué completamente la columna, tanto que el médico me dictó 3 semanas de incapacidad (que, enferma de profesionalismo, no tomé). Me quedé sin coche y sin espalda, viviendo sola en el df y sin posibilidades de ir a mty por que mis papas andaban de viaje. Sola, con el depa en un segundo piso y sin elevador, con el refrigerador vacío. Pero aaah, tenía novio (el dichoso Huachi). ¿Creen ustedes que el huachi se preocupó por traerme víveres? Pero noooooo, el hombrecito solo vino un par de horas UN día y salió corriendo. Y aquí estuve en casa, los cuatro días de semana santa tirada en cama viendo al techo, sola y con el refri vacío.

No me acordé de esto hasta que me volvieron a poner un collarín. Eso y que tuve amigas excelentes que me hablaron para ver que me había dicho el doctor. Lina me invitó a su casa, cocinó delicioso y me llevó a hacer mis vueltas; Vero me ofreció traer la despensa; Gisela también al pendiente con los medicamentos...

Tuve un novio verdaderamente cabrón, pero tengo ángeles por amigas.