la troca

sábado por la noche, una de la mañana. De jueves a viernes dormí menos de cuatro horas. Misma historia de viernes a sábado. Estoy cansada. Y además tuvimos paseito campestre con todo y alberca. Mucho, mucho cansancio. Un cansancio como de niña chiquita que estuvo todo el día nadando y brincando y esta lista pa que sus papas la lleven a casa.

Voy con regioman en la pickup... o mejor dicho, en la troca. Camino de terracería. Aunque tengo todo el espacio del mundo voy en medio, acurrucada y abrazada. Traigo la falda más cómoda del universo y esto me permite sentarme en posición poco ortodoxa sin dar show. A lo lejos las luces de la ciudad.

De repente tuve un flashback. Esa sensación de cansancio feliz, seguridad, comodidad, estar protegida y ser querida ya la habíamos tenido antes, esa libertad y sencillez me es conocida. Me acordé de mi abuelo, me acordé de mi papá. De lo simple que es todo cuando eres chavita, de lo divertido de la vida sencilla, de sentirte que nada malo te va a pasar por que ahi esta ese hombre que te protege y todo va a estar bien.

Y di las gracias a mi buena estrella...