cambio de ritmo

¡Muy merecido el descanso del fin de semana largo! Al principio estaba sacada de onda por que no me pude ir a perote con los de bici y montaña (si, caray, apenas soy principiante A) y no sabía que hacer con mis CUATRO dias libres, pero poco a poco se fueron llenando los huecos.

El viernes cai como piedra y el sábado me levanté taaaaarde y todavía de malas. Ahogué todo el malviaje en la alberca y luego fui a casa del pelón a platicar y ver dvds. De entrada le advertí al pelón (alias El besador anónimo) que andaba de 'mírame y no me toques' y que no iba a ser buena compañía, pero aún así nos vimos. ¡Me la pasé excelente! Me ayudó a ordenar las cosas en mi cabeza, dió un par de consejos y, lo más importante: me abrazó mientras lloraba a mis anchas. Es enooooooorme tener un hombro para llorar.

Mi dominguito fue dedicado a la socialización. Fui a comer con mona a san angel y pasamos toda la santa tarde platicando a gusto, luego fuimos con poseidón al boliche. Hacía mucho que no iba a un boliche. Hacía mucho que no me reía tanto. El lunes decidí cancelar el automóvil, así que anduve de un lado a otro en la bici (estrenando pedales de clip) o caminando. De regreso del cine estaba lloviendo, pero no me afectó, yo iba feliz caminando bajo la lluvia, absorta en mil ideas.

Ayer no hice mucho. reorganizar el clóset (el ejército de salvación se va a divertir con todo lo que les dejé), leer, compritas, ir al club... Las pequeñas cositas fueron llenando mi día, quinientos pendientes que había postpuesto, entre ellos descansar. Pasar un fin de semana en casa, tranqui, sin viajes ni correr de un lado a otro fue un muy buen cambio de ritmo.

Y ya no estoy malviajada. Hoy estoy en paz