¡susto!

casi me estampo. Ayer estuve a dos nadas de chocar horrible. De hecho, no entiendo por que no choqué, por que las leyes de la fisica estaban en mi contra.

Iba de regreso a mi casa, por eje 10, casi por la unam... yo iba en el carril izquierdo y un pendejo que segurito andaba borracho, estando 4 carriles a la derecha dio vuelta de 90 grados así de la nada y se quedó parado en medio del eje, tapando mi carril.

Por el susto, frené con todas mis ganas y se bloquearon las llantas, asi que no tenia forma de esquivar... ya veía como me iba a impactar con la parte de atras del otro coche (y luego él iba a dar contra el muro y directo a mi lado), tonces me agarré fuerte y pedí que no me pasara nada grave.

¡Pero a la mera hora pasé como a 20 cms del otro coche! No se cómo ni cuando el otro coche se movió tanto. Fue magia. Obvio que cuando dejé de frenar reaccionaron las llantas y me mandaron de jalonazo a otro carril. Batallé pa recuperar el control, pero todo estaba bien. Yo estaba bien, el coche estaba bien. Por un momento todo era humo y el olor de llanta quemada. Aquí su charalito tiemble y tiemble. Me orillé en cuanto pude y, hecha una idiota histérica, hice una llamada.

A ratitos pienso que el sustazo del coche fue un juego del universo. Eran las 11 de la noche y venía de regreso de ir al cine con ______. ¿Y adivinen a quién la marqué en mi histeria? La descarga de adrenalina me daba derecho a pedir que fuera a mi casa (y el tendría obligación de ir), pero no pedí nada y el no ofreció nada. Si el universo quería que terminaramos juntos otra vez, nuestros traumas pudieron más que el universo. Me fui solita (y con los nervios de punta).

Este fin de semana no pienso conducir. Me voy de campamento y escalaré mucho. Porfa me cuidan mi ciudad.