¿ya sabían que mis papás están desquiciados? Un día dicen que viven en el campo, al otro día se quieren ir con el circo y al día siguiente son las personas más urbanas del planeta.
La ventaja es que sus desvaríos no me afectan, ya que por lo general soy un simple espectador, pero esta vez me llegó la colita del huracán. Desde octubre estaba la propuesta de cambiar mi auto por el de mi papá: un 2002 semiequipado por un 2004 con todas las monerías del planeta. Cada vez que me lo proponía yo le decía que si... y sin falta, la propuesta se cancelaba. 3 veces pasó esto.
Hasta que en navidad le avisé que ya pensaba invertir en el sonido del auto, así que por favor decidiera que quería. Y el jefe pluma blanca dijo: 'tu instala lo que tengas que instalar'. Y se instaló.
No ha pasado ni una semana y me salieron con domingo siete. Cacama ha comprado camioneta, misma que se entrega el jueves y comienza el upgrade de los autos de los demás... Y mi super disco-plati-mita se va. Y lo que le puse no le queda al coche nuevo. Grrrrrrrr.
Teclear, teclear, botón, resultados. Dios bendiga internet.
Encontré en España una interfaz de iPod que se conecta con Renault sin tener que poner estereo nuevo. Me la trae Stitch a fines de mes. Y me compré una iPod, me la trae el jefe el lunes. El funeral de la iRiver será anunciado pronto, se va al cielo de las jukebox (heredada a mi hermano).
A ver si ahora si dura mi inversión.
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