reviviendo muertos

erase que se era un charal mucho más joven que todavía iba a la primaria. En una kermesse conoció a un niño de ojos azules y pelo oscuro y le pareció fabuloso. Lo veía cuando el niño iba a recoger a su hermanita al cole y platicaban un poco, cosas torpes e intracendentes, como cualquier plática de preadolescente.

El niño entró después a las mismas clases de inglés de charalito y se veían después de clase. Más charla tonta y tierna. Era padre por que nadie tenía traumas ni temores y podíamos ser totalmente genuinos. Era padre por que durante toda la clase el charal tenía la emoción de salir temprano para poder platicar con el niño de ojos azules. Era padre...

En la secundaria lo presenté a mis amigas nuevas del liceo y se fueron como moscas a la miel. Y como a mi no me gusta eso de las competencias, me hice a un lado... Creo que también fue cuando dejé el inglés y entré a clases de alemán, el caso es que ya no seguí platicando con el. No recuerdo haberlo invitado a las fiestas ni nada. Simplemente perdimos contacto. Hace QUINCE años.

Hace un par de años cuando se casaba Anilú alguien sugirió que lo invitara como pareja a la boda. No se pudo por cuestiones de logística, pero aproveché la casualidad para contarles a mis amigas de mi crush preadolescente (en teoria la chica de la sugerencia no tenía idea de que lo conocía). Tienen tan buena memoria mis brillantes amigas que en la boda de Elo lo estuvieron cazando pa tomarle una foto. ¡Y lo lograron! (es el de la derecha). Supongo que esto cuenta como precedente de por qué reviví una memoria.

Tengo una boda regia en marzo. Y ustedes saben como son las bodas regias, sobretodo las tradicionalistas y de etiqueta: no puedes ir solo o con algun familiar. Creo que a los solteros los encierran en el sótano y les impiden divertirse. El chiste es que para no romper protocolo, hay que invitar a alguien. ¿Pero a quién? Mis amigos o viven en otros lugares o están casados.

Y desde lo mas escondido de mis memorias había una niña gritando: ¡Fideeeeeeel!

Junté valor, le marqué, no lo encontré. Le marqué otro día, otra dosis de valor, tampoco estaba, pero platiqué un rato con su mamá. Me llamó y lo invité. Supongo que se ha de haber sacado de onda de que alguien lo busque después de 15 años, pero así de divertida es la vida, ¿no?

El chico me está siguiendo el juego. Consiguió mi id de messenger y hemos chateado un poco hoy. Ya no tan torpes, pero tampoco tan adultos/calculadores. Creo que mantenemos un cacho de inocencia original. Me siento como de 12 otra vez.