subversiva

después de varios días de andar tristeando por los rincones, he recuperado LA actitud.

Ayer hice un pequeño golpe de estado. Todo comenzó el lunes que leí el primer draft del caso que mi equipo iba a exponer en clase de DE. De plano no me gustaron las recomendaciones y no comprendí por que una de mis propuestas no fue incluída. Mandé un mail rapidín al equipo de 'tal vez sea solo yo, pero opino que...' Y resultó que los otros dos integrantes del equipo habían opinado lo mismo pero nuestro editor nos censuró.

Por más que le llamamos y le explicamos e hicimos todo lo posible, el editor seguía montado en su macho. Los 3 restantes hicimos el material para la presentación y le metimos mano al documento original (aquel que había sido editado). Pues en un movimiento estratégico y a una nada de la clase, borré un párrafo completo, puse la recomendación y lo envié a imprimir.

Nuestro editor es bastante control freak el pobrecito. Imagínense, a un lado de el, YO soy la más alivianada del planeta. Sobra decirles que a estas alturas del partido, haciendo maestría en el ITAM, el hombrecito quería trabajo impreso a color, bells and whistles y que nos fuéramos disfrazados de traje y vestido formal. (pausa para reir). Y obviamente quería revisar el trabajo que llevábamos impreso. Ups. Nos dedicamos a esconderlo, no fuera a ser que se lanzara a la sala de cómputo a modificarlo por última vez.

Durante la presentación le salimos con domingo siete y el pobre hombre estaba veeeerde. Y más veeeerde se puso cuando el profesor dijo que ESA era la solución del problema. Ja! (eso y neutralizar al Dir. General, pero ese es otro asunto). Pobre niño, pero el golpe de estado era necesario. Somos mayoría y no nos van a callar.

Por otro lado, y siguiendo en la tendencia subversiva, hoy le hablé golpea'o y con amplitud decibélica a alguien. Cualquier persona con más de una neurona y sentido común no lo hubiera hecho, pero así es esto de vivir al borde del precipicio. Me tenían hasta la madre, frustrada y oprimida sin razón. Sorprendentemente, sigo viva y creo que gané un poco de respeto. ¡Fiu!

¡Traigo la frente en alto!