aquelarre

Viernes por la tarde. Gym. Nadar, platicar, nadar. El weekend estaba perfectamente agendado, pero suena el movil. Que el nuevo levante de Lina nos invita a cenar. Esto suena a petición de apoyo, así que asistimos.

La cena rica, el ambiente delicioso. Un trío toca blues y un poco de rock. Pero ninguna de las tres niñas está ahi. Gisela mentalmente rumbo a Amsterdam, Lina anota pensamientos en un postit, yo deseando que regioman estuviera ahi para compartir la música. El pobre levante nos fue invisible.

Dejamos a Lina en su casa y ella despide al levante con alguna excusa barata. Ya entre mujeres, nos pide que no nos vayamos a casa, que necesita nuestra compañía. Y ahi estuvimos, las tres en el sillón, tomando vino, despotricando, escuchando, abrazándola mientras lloraba.

Sábado por la mañana. 'Quien se acuesta guapa amanece guapa' dice Gisela. Si, nos fuimos a dormir en nuestra ropa de salir y no traemos nada más que ponernos. No me da la gana salir al mundo con mi blusa negra transparentosa, pido prestada otra (ventajas de ser de la misma talla de Lina). Un poco de maquillaje, gafas muy divinas y vamos al Fishers. Ahogar penas en michelada con clamatto. Descifrar comportamientos del sexo opuesto. Inventar la fórmula para las agallas en polvo (a ponerse en el drink del galán sin que este lo note). Pero la verdad no andábamos muy rumberas que digamos. Salimos a sociedad demasiado pronto e hicimos retirada. En el coche, Lina y yo llorábamos con una canción.

Y me llegó la inspiración. Bajé del auto corriendo por papel y lápiz y escribí una notita para entregarse en agosto. Escribí rápido rápido, sin tachar nada, lo que me salía en el momento. Las niñas aprueban la moción (luego les transcribo la nota, aún es muy pronto). Se entregará escrita en papel especial, con sello de lacre, en aquel parquecito mágico a altas horas de la madrugada, vestido largo y alto glamour.

La cena del sábado fue lo más cozy del universo. Arepas con huevito y queso, vino y agua de mango recién hecha. Vimos una fabulosa película romántica y lloramos lágrimas de esperanza. Nos quedamos dormidas.

Domingo por la mañana. Gisela y yo hacíamos el desayuno cuando escuchamos una secadora para el pelo. Parece ser que Lina ha regresado al mundo. La mamachonga ha quedado de verse con alguien, Gis tiene que hacer su maleta para Venezuela y yo compritas varias. Se levanta la sesión.