corazón lleno de ausencias

Tengo un hueco. Normalmente no me doy cuenta de mi hueco, me la paso corriendo de un lado a otro, sorteando el tráfico, trabajando, haciendo tareas, viendo gente, organizando cosas. Pero de repente pasa algo, ya sea escuchar una canción, oler una fragancia, ver algo en la calle... y te das cuenta del hueco.

La vida sigue y uno va como si nada, pero de repente dices 'como me hubiera gustado saber que piensa x de esto', o extrañas la risa tonta de x. A veces es cuestion de tomar el teléfono, o inclusive un avión. A veces ya no se puede y pues nimodo... nomás mandar besitos al cielo.

Hoy es uno de esos días en los que estoy consciente de mi hueco y me da por extrañar al mundo. Extraño abrazos, risas, miradas, conversaciones, momentos. Echarse en el pasto de un parque una tarde soleada, jugar picas los domingos por Morones Prieto, comer chocolates hasta que me duela la panza,ligar de coche a coche en Constitución, platicar hasta el amanecer, bailar con los ojos cerrados. Los extraño a todos. Mucho.

Ahorita pensar en Monterrey es pensar en la gente que me conoce y me quiere de toda la vida. Que no tengo que contarles toda mi historia y ya saben que me pasa nomás de verme a los ojos. La gente hermosa que se puso feliz al saber de mi fase 3 y que me ha abierto las puertas una vez más.

Es viernes. Desearía estar en mi ciudad. Aunque estén a 40 grados, no me importa. Extraño la sensación de mi piel cocinándose a fuego lento. Esa sensación, para mi, es el hogar.