sale el sol

Este fin de semana logré quitarme muchos malviajes. Volví a ver socialmente a Vane y Greta (que por un tiempo solo eran cosas de chamba) y me alivianó mucho su presencia y su apoyo. Con el valor alcanzado tras varias rondas de mojitos, hice algo de drunk dialing que no llegó a mayores gracias al Huachi.

Y hablando del Huachi: se pusieron los puntos sobre las ies. Hablamos por horas (ya sobria, mind you), nos enojamos, lloré, mentamos madres, nos perdonamos, nos contamos nuestros sueños, miedos e ilusiones. No volvemos por que las cosas no han cambiado, yo todavía quiero lo mismo y el no me lo puede dar. Bueno, ni modo, asi es esto del besibol, ¿no? Lo bueno es que se admite y nadie pierde su tiempo.

Así las cosas, se que de aquí no hay de otra más que para adelante. Voy a disfrutar mi vida, mi trabajo, mi familia, mis amistades netas, la montaña, el mar, el cielo. Lo que tengo ahorita. Ya llegará alguien, no hay prisa. Tengo muchisimas cosas chidas en la vida que no pienso desperdiciar por andar viendo el negrito en el arroz :)

Este fin de semana me voy de campamento a Jilotepec. Estoy emocionada.

Comentario para cierto primo de cierta persona: si a los 35 años no tienes idea de lo que es fajar, tienes problemas. Según la Real Academia Española, fajar, en México, es un sinónimo de magrear, que significa "sobar, manosear lascivamente a alguien". Ahora bien: ¿hubo faje? No, no lo hubo. Lo que si hay es alguien ardido, exagerado, intrigoso, hablador y cizañoso. Mis opiniones siguen igual.